A los niños les encanta andar disfrazados. Vestirse con elementos de fantasía no solo los divierte, también les da seguridad y los ayuda a desarrollar su creatividad. La limitación que tienen los disfraces es que muchas veces son pesados, incómodos, de materiales poco amables para la piel de los chiquitos y con limitaciones en las ocasiones en las que se pueden utilizar.
Esta marca hace ropa con elementos de disfraz, pero cómoda y de buena calidad. La idea nace del trabajo de una realizadora y una diseñadora de vestuario y asegura no fabricar prendas, sino crear personajes. Se definen como una puerta de acceso al universo imaginario de los niños.
Van de la talla 1 a la 6, son hechas a mano, y está pensada para adultos a los que le interesa fomentar la creagividad en sus niños.